María Gabriela Acuña: “Cuando una mujer se ama y se levanta, levanta al mundo”.

La ternura y la determinación se mezclan en la voz de María Gabriela Acuña Soto, profesora de Historia y Ciencias Sociales, mamá, emprendedora y soñadora incansable. Su historia no solo habla de reinvención, sino también de fe, propósito y amor: tres pilares que la han guiado para transformar su vida y la de quienes la rodean.

Desde la llegada de su hija, María Gabriela siente que el mundo se volvió más nítido. “La maternidad transformó mi vida por completo —dice—. Me enseñó a mirar el mundo con más ternura, paciencia y propósito. Desde que llegó mi hija, todo tiene un sentido distinto. Ella me recordó la importancia de lo simple, del amor incondicional y de vivir con presencia”.

Ese cambio no solo tocó su vida personal, sino también su manera de enseñar y emprender. Su vocación docente se refleja en cada uno de sus proyectos: San Sebastián Veterinaria y Maga Love Store. “La docencia me enseñó a servir, educar y acompañar procesos con empatía. En la veterinaria aplico esa misma mirada: educar a las familias sobre el cuidado responsable de sus mascotas. En Maga Love Store, la enseñanza se transforma en inspiración: quiero que cada mujer aprenda a reconocerse, valorarse y conectar con su belleza interior”.

Ambos proyectos, distintos en apariencia, comparten una raíz común: educar desde el amor y transformar desde el ejemplo. Esa coherencia vital ha sido el hilo que une su carrera docente, su maternidad y su espíritu emprendedor.

Cuando llegó la pandemia, María Gabriela, como tantos otros, se enfrentó a la incertidumbre. Pero en lugar de detenerse, eligió avanzar. “Emprender en plena pandemia fue un acto de fe. Había miedo y muchos límites, pero también un enorme deseo de salir adelante. Lo más desafiante fue mantener la esperanza en medio de un mundo paralizado y reinventarme con lo que tenía a mano”.

De esa experiencia, dice, aprendió que “los sueños no se detienen, que incluso en los momentos más oscuros se puede sembrar luz. La resiliencia no es resistir, sino seguir creando con amor, aun cuando todo parece incierto”.

Hoy, su día a día está sostenido en un triángulo de equilibrio: fe, amor propio y propósito. “La fe me da dirección, el amor propio me da fuerza y el trabajo me permite materializar mis sueños. Intento recordar que no se trata de hacerlo todo, sino de hacerlo con amor y conciencia”.

Desde ese lugar, busca inspirar a otras mujeres. “Quiero que entiendan que pueden ser mamás, profesionales, emprendedoras o todo lo que deseen… y hacerlo sin dejar de ser ellas. Porque cuando una mujer se ama y se levanta, también levanta al mundo que la rodea”.

Si quieres saber más sobre ella, visita su cuenta en Instagram: @magalovestore.

 

Por Ignacio López

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