Belleza con ciencia y arte: la nueva mirada de la estética.

En el mundo de la estética, no solo se trata de técnicas avanzadas, sino también de confianza y dedicación. Conversamos con Zaray Chaudhery, especialista en tratamientos faciales y micropigmentación, quien nos revela cuáles son los procedimientos más solicitados y cómo acompaña a cada clienta en la búsqueda de su mejor versión.

—¿Qué tratamiento piden más tus clientas?

El tratamiento estrella en mi salón es, sin duda, el peeling ucraniano a base de algas. Proviene de un lago con propiedades antibacterianas y puede aplicarse en todos los fototipos de piel. Lo que más encanta a mis clientas es que trabaja directamente en la epidermis, renovando la superficie de manera muy segura. El resultado es una piel mucho más luminosa, uniforme y revitalizada. Al ser antibacterial, también ayuda a mantener la piel sana. Es, definitivamente, el favorito.

—¿En qué se diferencian el microblading y la micropigmentación labial?

El microblading es un procedimiento manual que se realiza en las cejas. Con un inductor y pequeñas agujas se van dibujando trazos que simulan pelos reales, logrando un acabado muy natural y sin necesidad de maquinaria.

En cambio, la micropigmentación labial se hace con un demógrafo o máquina rotativa, que deposita el pigmento mediante distintas agujas. Según el movimiento y la técnica aplicada, el resultado puede ser más compacto o más difuminado. Es una técnica muy demandada y en constante evolución, que exige precisión y cuidado, pero que ofrece resultados maravillosos en la definición y color de los labios.

—¿Cómo orientas a alguien que no sabe qué servicio elegir?

Primero escucho con atención: qué le preocupa, qué desea mejorar y qué resultados espera. Luego realizo una entrevista personalizada y completo una ficha clínica para conocer en detalle su estado de piel y su historial. A partir de esa evaluación, recomiendo el tratamiento más adecuado para su caso.

Muchas veces, la clienta llega pensando en procedimientos más invasivos, pero al analizar juntas, descubrimos que basta con un tratamiento más superficial, como un peeling, para obtener grandes resultados sin necesidad de ir más allá.

Mi acompañamiento no termina en la sesión: hago seguimiento, me aseguro de que cumpla con los cuidados posteriores y resuelvo cualquier duda que surja en el proceso. Para mí, la estética es un camino de confianza antes, durante y después del tratamiento.

Para Zaray, la estética no se trata sólo de técnicas, sino de escuchar, guiar y acompañar. Su filosofía es clara: “la belleza empieza cuando cuidamos la piel con respeto y confianza”.

Consciente de que cada piel es única, Zaray enfatiza la importancia de la prevención y del cuidado constante, más allá de los resultados inmediatos. “No se trata solo de verse bien después de un tratamiento, sino de mantener una rutina que permita a la piel respirar, regenerarse y reflejar salud con el paso del tiempo”, afirma. En ese sentido, educa a sus clientas para que comprendan que el cuidado estético también es bienestar y salud.

Su aporte al rubro ha sido introducir técnicas seguras, respaldadas por estudios y experiencia internacional, pero adaptadas a las necesidades de la mujer chilena. Con cada procedimiento, busca no solo embellecer, sino también entregar confianza y empoderamiento. Ese es el sello que la distingue y que ha convertido a su centro en un espacio de referencia en la estética facial.

Quienes quieran conocer más de sus tratamientos y novedades pueden hacerlo en @zaraycosmetologiayestetica, el espacio donde tradición, innovación y cuidado personal se encuentran.

Entrevista escrita por Ignacio López C.

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